Cuando me sonries, por muy breve que sea, me bloqueo un ratito, calcando la imagen delicadamente y archivándola en el cajón de los momentos (que se pueden contar con los dedos de las manos). Como no sueles dedicarme sonrisas, al ser más escasas son más especiales. jeje. Supongo que esa idea es un mecanismo de defensa x).
Hoy la tierra y los cielos me sonrien.
Hoy llega al fondo de mi alma el sol.
Hoy la he visto... la he visto y me ha mirado...
¡Hoy creo en Dios!
Rima XVII
Gustavo A. Bécquer
pequeño.
Hay tesoros que guardar, como sonrisas que escasean y pensamientos que se escapan de la mente.
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