mon reflet violet

martes, 9 de febrero de 2010

chás.

_Me voy. Ya está. Paso. Decidido, me marcho. Lo dejo todo. Me voy y no vuelvo.

Nuria estaba frente la puerta, con los ojos cerrados, el ceño fruncido. Gritaba cada vez más, convenciendose a si misma, como cuando intentas levantarte cuando madrugas. Estaba sola en la habitación. En su mente. Gritaba por que queria irse. La habitación se estrechaba poco a poco, lenta pero implacable. Él, o más bién la ilusión que habia creado ella en su refugio mental, estaba sentado en una silla, sordo, ajeno a la lucha interna de la pobre Nuria.
_Voy a irme. Me marcho.
Se esforzaba en encontrar argumentos para cojer ese pomo plateado, abrir la puerta y cerrarla de un portazo, con ganas. Se recordaba a si misma que no tenia nada donde apoyarse, ni nada sustancial que le diera esperanzas. Gritaba cada vez un poco más alto.
_ ¡ME VOY!
Agarró el pomo de la puerta con decisión y vio que el pestillo estaba echado.
Y entonces comprendió que nunca podría irse, si no se despedía.
_Adios -sollozó.
Y el pestillo hizó: chás.

No hay comentarios:

Publicar un comentario