Sentir el césped contra mi espalda, mis brazos, mis piernas; mi piel. El olor a cielo y flores profundo en mi pecho. La luz roja a través de los párpados. La calidez del sol sobre mi piel, sobre los pliegues de mis mejillas al sonreír, y esas finas lineas que se forman alrededor de mis ojos. Notar la presencia de un verbo al comienzo de cada frase de mi pensamiento, o, al contrario, esas frases que no tienen verbo.
Sin oírte, sé que estás a mi lado. Que me estás mirando. Que ya no me miras, y que me has vuelto a mirar. Se que también sonríes como yo. Pero es una sonrisa distinta, la tuya. La mia es de paz, de que me gusta que me mires. La tuya es de amor, de que te gusta mirarme.
Sabes que si me cojes la mano, mi momento de paz se estropearia. Si me dices te quiero, te amo. Si me confiesas, aunque yo ya lo sepa, que te gusta mirarme. Si te acercas. Si simplemente te mueves.
Por eso, he abierto los ojos, te he mirado, te he cojido la mano, me he acercado a ti y te he confesado que te quiero, te amo, que me encanta cuando me miras.
Por alguna razón, tu blog no se actualiza en mi blogroll... :S
ResponderEliminarDesaparecida desde hace medio año...
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